El movimiento feminista convoca una huelga general, laboral, de cuidados, estudiantil y de consumo para este próximo 8 de marzo. La Confederación Nacional del Trabajo reunida en su Pleno de Regionales ha aprobado por unanimidad dar todo su apoyo al llamamiento convocando huelga general para ese día.
Nos colocamos, como sindicato, detrás de un movimiento diverso cuya perspectiva crítica alimenta nuestro ideario. Llevamos la lucha feminista en nuestro ADN, así lo recogen los estatutos de nuestra organización y estamos orgullosas y orgullosos de ello… Por eso, queremos que todo el protagonismo esté donde tiene que estar este 8 de marzo.
Como personas luchadoras, compañeras y compañeros nos comprometemos a trabajar codo a codo por el éxito de este 8M en aquellas estructuras feministas en las que ya militamos, dentro y fuera del sindicato, para contribuir con todas nuestras fuerzas a demostrar que, si paramos las mujeres, todo se para.
Porque creemos que la violencia económica debe seguir encontrándonos de frente, como ya ha ocurrido con cuidadoras, trabajadoras de limpieza, las Kellys o camareras de piso, trabajadoras de Berskha, de Coca-Cola… y todas y cada una de las mujeres que están diciendo basta en un país en el que cobramos menos que los hombres y sufrimos más precariedad.
Porque reconocemos el inmenso valor del cuidado, tan interesadamente obviado por el capitalismo salvaje, que no lo retribuye o lo hace de forma insultantemente deficiente. Un trabajo tan vital como poco reconocido y que trenza la base de la sociedad sigue recayendo de manera casi exclusiva en las mujeres.
Porque creemos que la violencia sexual, al fin en cuestión, al fin fuera del armario, nos afecta en todas las dimensiones de la vida y atenta contra la libertad tanto íntima como pública. Nos queremos mujeres libres, y en esa lucha por la libertad todos y todas debemos revisar nuestros gestos heteropatriarcales.
Porque creemos en la necesidad de defender la diversidad afectivo-sexual, en una sociedad en la que la libertad sexual permita que cada cual haga con su cuerpo, su género o su sexualidad lo que desee. Nuestra libertad crece junto con la de las demás, muy lejos de la hipocresía del credo liberal que convierte las libertades en una mercancía al servicio de aquellos que puedan pagarlas.
Porque saludamos la compañía de los feminismos racializados, tan necesarios, de los que tanto tenemos que aprender de nuestro propio privilegio, que entran de lleno en esta movilización feminista, denunciando la vergonzosa actuación de la Europa Fortaleza, el racismo institucional y la violencia inaudita que se practica en las fronteras interiores y exteriores.
Sabemos que todo esto no es ‘cuestión de mujeres’, sino cuestión de feminismos: porque no hay explotadas sin explotadores pero tanto nosotras y como nosotros llevamos un nuevo mundo en nuestros corazones, y en ese mundo no tiene cabida un sistema heteropatriarcal injusto, caduco y agonizante.
Por todo ello, el 8 de marzo saldremos a la calle, y animamos a todas y todos a participar en una movilización que impulse las olas de esta marea morada.
¡A la huelga, hermanas!
¡A la huelga compañeras, compañeros!